Bajo el Imperio de los Austria (siglos XVI-XVII)
Bajo el control de la Monarquía hispánica, Menorca se convirtió en motivo de disputa con el Imperio Otomano. Para proteger la isla, se creó un sistema de torres de vigilancia a lo largo de la costa.
La isla sufrió varios asaltos turcos, que son recordados como uno de los episodios más cruentos de nuestra historia: el asalto turco de 1535, donde Barbarroja y su ejército saquearon Maó y capturaron a más de 800 personas. En 1558, recordado como el Año de La Desgracia, Ciutadella sufrió el peor saqueo del ejército otomano, esta vez comandado por Pialí Baixà. Se deportaron 4.000 esclavos a Constantinopla.
La isla se fortificó de nuevo por orden del rey Carlos I: la fortaleza de San Felipe en la bocana del puerto de Maó, nuevas murallas en las principales poblaciones y nuevas torres en las bocanas del puerto de Ciutadella y Fornells.
A pesar de las epidemias y ataques turcos, aumentó la población de Menorca y se reactivó la economía, sobre todo del comercio exterior. El puerto de Maó fue primordial en la recuperación y el impulso urbanístico del levante de la isla. Esta prosperidad favoreció el crecimiento de nuevos núcleos urbanos y la edificación de conventos y casas señoriales, sobre todo en Ciutadella.