
Procedencia: Necrópolis de Calascoves (1-4) / Necrópolis de Sa Regana des Cans (5)
Material: Pasta de vidrio
Técnica: Núcleo de arena
Dimensiones:
1.- 74 cuentas, diámetro. 1,3 cm-2,4 cm
2.- Cuenta, diámetro. 2,6 cm
3.- Cuenta, diámetro. 2,6 cm
4.- 3 cuentas, diámetros 0,83 cm-2,7 cm
5.- 33 cuentas diámetros 0,5 cm-2,5 cm
Cultura: Púnica
Datación: Siglos V-II a.n.e.
Descripción:
Las cuentas policromas con decoración oculada que presentamos provienen de dos importantes necrópolis talayóticas de la Edad del Hierro de Menorca. Las piezas 1 a 4 fueron recuperadas en la necrópolis de Calascoves. La pieza nº5 fue hallada en la necrópolis de Sa Regana des Cans. Las dos están situadas en el municipio de Alayor.
Estas cuentas están hechas con una mezcla de sílice y óxido, con la técnica del núcleo de arena, en unos hornos que alcanzan unas temperaturas de cocción entre los 900 y los 1100 ºC. Estas bajas temperaturas provocan que dentro de la masa líquida queden atrapadas burbujas de gas carbónico que le dan la opacidad característica de la pasta de vidrio.
La localización de los talleres donde se producían estos objetos aun está en proceso de discusión, pero la mayoría de investigadores acepta una zona de fabricación situada en los ambientes púnicos del Mediterráneo central occidental. Otros autores proponen unas innovaciones tecnológicas en los talleres itálicos que en etapas anteriores produjeron cuentas de fayenza que les llevaron a producir pasta de vidrio.
Margaret Murray, en sus trabajos arqueológicos realizados en el asentamiento de Trepucó, localizó en el patio de una casa de la última fase de la cultura talayótica una gran acumulación de cuentas de pasta de vidrio asociadas a diversos objetos tecnológicos que le llevaron a afirmar la existencia de un taller de perlas de pasta de vidrio en este punto. El arqueólogo Juan Carlos de Nicolás recoge dicha noticia en diferentes artículos, pero, como muy bien indica, es necesaria una buena revisión de los materiales recuperados y una reexcavación de la zona para poder confirmar la existencia de dicho taller.
La llegada de estos productos a Menorca se ha de situar a finales del siglo V a.n.e. o principios del siglo IV a.n.e.. Es muy probable, que en un primer momento llegasen a la isla como objetos de lujo destinados a unas elites locales con la finalidad de abrir el mercado de la isla al mundo púnico, hecho que ocurrió a principios del siglo III a.n.e.: Estas cuentas llegaran en mayor cantidad que en etapas anteriores y acompañarán a las ánforas, vajillas y otros productos fabricados en Cerdeña, Cartago, Sur de Italia o Ibiza.
En el mundo púnico, estas perlas de pasta de vidrio, además de tener un carácter de adorno personal, bien como collares o pulseras, bien como adornos de tejidos o cueros, aparecen en contextos funerarios, como ajuar de los enterramientos. En las terracotas que representan la diosa Tánit se reproducen los collares hechos con cuentas de pasta de vidrio. La decoración en forma de ojo o decoración ocular tiene una función profiláctica y apotropaica, es decir protege al poseedor de los malos espíritus, del mal de ojo.
Para las comunidades talayóticas estas cuentas de colores vistosos debieron ser muy atractivas como objetos de adorno personal, a la vez, que sólo un cierto sector de la sociedad tendría los recursos económicos suficientes para acceder a ellas. Además del valor ornamental de los collares y brazaletes realizados con estas perlas, estos objetos tendrán un fuerte valor simbólico y religioso para las comunidades de la isla. El portador o poseedor de estas cuentas con ojos estará protegido del mal de ojo.
Tal como ocurre en el mundo púnico, la mayoría de ejemplares recuperados en la isla provienen de contextos funerarios, en el caso de Menorca, los enterramientos en cal viva de los siglos V-II a.n.e, que son realizados en el interior de cuevas artificiales. Su presencia en contextos domésticos y rituales es residual.
Las cuentas pueden aparecer agrupadas entorno a un difunto, hecho que sugiere que dichas agrupaciones corresponderían a collares o brazaletes, o bien, pueden aparecer de manera individual entorno a un difunto, o dispersos por la cámara funeraria. La presencia de una única cuenta asociada a un individuo ha sugerido la idea que estos objetos podrían haber sido utilizados como amuletos. La dispersión de las perlas por el interior de la cueva ha sido interpretada como un ritual en el que dichos objetos eran esparcidos intencionadamente por el interior del recinto. Estudios posteriores sugieren que dicha dispersión se debe a alteraciones producidas por los propios rituales de enterramiento, la cal quema los cuerpos y los objetos deshaciendo los collares y los cuerpos, y la posterior remoción de los restos para poder enterrar más difuntos acaba por esparcir los objetos y huesos por la cámara funeraria.
Entre los siglos III y II a.n.e.., muchos de los pobladores de Menorca formaron parte de los ejércitos púnicos como mercenarios, los honderos, y entraron en contacto con nuevas ideas y rituales religiosos que asimilaron a sus divinidades y costumbres religiosas. Las cuentas de collar de pasta de vidrio puede ser una de estas asimilaciones.
Autor ficha: Octavio Pons Machado
Bibliografía:
HERNÁNDEZ GASCH, Jordi; 1998: Son Real. Necrópolis talayótica de la edad del hierro. Estudio arqueológico y anàlisis social. Arqueomediterrània 3(II)/1998. UB.
NICOLÁS MASCARÓ, J.C. de; 2014:”Amuletos, colgantes y cuentas de pasta vítrea de collares púnicos en Menorca” in IN AMICITIA, Miscel·lània d’Estudis en Homenatge a Jordi H. Fernández. Treballs del Museu Arqueològic d’Eivissa i Formentera nº72 pag 205-219